Lo encontraron al atardecer
Con los ojos blancos de mirar la luna
Y la boca abierta como un pez
Mil promesas aún por desaparecer
Y una piedra por pulmón respira el aire
Infectado de miseria y fé
Un adiós sutil sin pronunciar
Una imagen congelada en blanco y negro
Para imitar la realidad
Una coma haciendo de punto final
Y las páginas de un libro nuevo en blanco
Arrancadas antes de empezar
Y por tus venas
Corre ya cualquier veneno menos sangre.
Que hasta el hambre se convierte en primavera
Cuando el silencio
Se abre paso entre los poros de tu cuerpo
Y la vida se convierte en una rueda
Que va girando…
Y no te espera…
El destino se lo fue a encontrar
En su torre demasiado alta al viento
Con los cimientos de cristal
Mucho antes de llegar a imaginar
para darte con tus sueños contra el suelo
Antes tienes que saber soñar
Y por tus venas
Corre ya cualquier veneno menos sangre
Que hasta el aire forma parte de la pena
Cuando el silencio
Se hace el dueño de tu alma y tus recuerdos.
Y la vida se convierte en una rueda
Que a girando …
Y no te espera…
Y no te espera…